Me
resulta indignante el ir por la calle sin pensar en mis cosas, fijarse en lo dormida que está la gente es como estar escuchando sin poder dejar de prestarle
atención a los ronquidos de alguien cercano cuando quieres dormir (Dormir de
verdad).
Tienen
los ojos abiertos, y pueden contestarte a preguntas sencillas, pero que no os
engañen, están dormidos, no son conscientes de lo que pasa en realidad, y hay
mil sistemas de que sigan dormidos, publicidad, entretenimientos varios.
Lo
cierto es que alguien, más bien algunos, han hecho un muy buen trabajo, cada
día nuestro mundo se parece más a el “mundo feliz”, un par de libertades menos,
una subyugación más amplia si cabe, y soma, quien necesita más, bueno, podemos
quedarnos con el futbol, que eso también ha sido un éxito.
Estamos
todos condicionados hasta para ir al baño, la gente es más feliz por poder
pulsar el botón de “brise un toque” después de depositar que por el hecho de
haberse quitado un peso de encima.
Por
seguir con las reflexiones escatológicas, estamos de mierda hasta las cejas.
La
sociedad de hoy en día no solo no quiere luchar, sino que no quiere que los que
lo intentamos lo hagamos. ¡Es que es el colmo de lo absurdo! ¡Si es que ahora
seré un pesado por luchar por tus derechos!
¿Y
contra este sistema que se puede hacer? ¿Apagar las televisiones de todo el
mundo? ¿Arrancar carteles? ¿Correr por la calle vaciando baldes de agua en la
cabeza de los transeúntes para despertarlos de su letargo?
El
amanecer no está cerca, y los que hayamos madrugado tenemos 2 opciones,
volvernos a la cama, o hacer algo, lo más sensato sería ir poco a poco
despertando delicadamente al resto del
mundo.
Dentro
de 80 años… Ni siquiera sé si llegaré vivo a ver una sociedad despierta, en
fin, ahora que me he desvelado no puedo volver a la cama, esa no es una opción
viable, disfrutaré del amanecer solitario bajo el frío de la oscuridad de más
de un lustro.
Dentro
de 80 años no estaré solo, como poco me acompañarán un montón de gusanos.
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