Educación a sangre y fuego.

Hemos podido ver estos días como en Valencia estudiantes de instituto, madres, padres, profesores y profesoras eran apaleados, empujados y detenidos por las fuerzas de seguridad del estado. Hemos podido seguir viendo como días posteriores la misma vara de avellano era utilizada contra cualquier tipo de movimiento a favor de estos hechos tan propios de otras épocas.

Aprovechando como excusa la crisis global que estamos viviendo están recortándonos derechos fundamentales que no podemos permitirnos el lujo de perder. Los recortes en la educación se verán reflejados en el futuro, el profesor al que se le recorta el sueldo y se le imponen más horas de trabajo se va a ver con grupos de alumnos demasiado  grandes, la atención personal disminuirá, así como la calidad de la enseñanza, ya que no se podrán realizar actividades extraescolares, excursiones, las optativas son muy caras, por lo que también habrá que prescindir de ellas en gran parte… Y eso nos afecta a todos, los alumnos de hoy son los futuros trabajadores de mañana, los que pagarán nuestras pensiones, los que nos operarán en nuestros hospitales, los que construirán nuestros puentes…

Por eso no podemos permitir que estos recortes afecten a la calidad de la enseñanza, como tampoco podemos permitir la privatización que se está dando.

No solo está en peligro la educación primaria y secundaria, la universidad también está en peligro, los antes centros de enseñanza e investigación van  a verse forzados a prostituirse.

Primero fue el plan Bolonia, que prometía muchas cosas que aún estamos esperando, pero en marcha se encuentra ya la segunda parte del plan, la estrategia universitaria 2015, mediante la cual se va a privatizar totalmente la universidad mediante diferentes tipos de medidas y ajustes que afectarán a todos, el rector será elegido a dedo por un grupo de empresarios, el profesorado dejará de ser funcionario, ese mismo grupo de empresarios podrá decidir los temarios de las carreras, por lo que se enseñará lo que algunos quieran que se enseñe, las tasas se podrían ver incluso triplicadas llegando a pagar más de 6000€ por matricula…

Ante todos estos hechos que estamos viviendo, ante todas estas injusticias, debemos de hacer algo, porque no se le pueden poner barreras al campo, por que la cultura y el conocimiento no tienen dueño, son de todos y todas.